Al embarcarnos en el año 2024 recordemos que cada día es una página en blanco que Dios nos regala para escribir nuestra historia con Él. A pesar de los desafíos del pasado, miramos hacia adelante con esperanza.
En el 2023 enfrentamos pruebas y victorias, pero en cada experiencia, Dios demostró ser nuestro refugio y fortaleza. Que estas lecciones nos impulsen a vivir con audacia y confianza en el Señor, sabiendo que Él tiene un propósito único para cada uno de nosotros.
En este nuevo año, dejemos de lado el miedo y abracemos la verdad de que somos amados incondicionalmente por un Dios que tiene planes grandes para nuestras vidas. Que cada desafío sea una oportunidad para crecer en fe y valentía.
Mientras planificamos el futuro, recordemos que nuestras metas deben reflejar la luz de Jesús. Busquemos el crecimiento espiritual, el servicio a los demás y la construcción de relaciones basadas en el amor y la compasión.
Seamos LUZ en un mundo que necesita desesperadamente la esperanza que sólo ÉL puede ofrecer.
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